TROMBOEMBOLISMO PULMONAR (TEP)

El Consenso nacional sobre el diagnóstico, estratificación de riesgo y tratamiento de los pacientes con tromboembolia pulmonar manifiesta que el tromboembolismo pulmonar se produce cuando un trombo se ubica en una arteria pulmonar ocluyéndola. La formación de ese trombo puede haberse producido en otros lugares del cuerpo como las extremidades superiores, las venas uterinas, renales, etc., aunque en la mayoría de los casos procede de una trombosis venosa profunda de las extremidades inferiores a menudo asintomática. 

La parte del pulmón regada por la arteria ocluida deja de recibir sangre y por tanto oxígeno, por lo que acaba colapsándose. A pesar de ese bloqueo, el corazón continúa bombeando la misma cantidad de sangre pero a través de un menor número de venas (o venas más estrechas) por lo que el esfuerzo es mucho mayor.

Algunos de los factores de riesgo para desarrollar un tromboembolismo pulmonar son: cirugía reciente, reposo prolongado (pacientes encamados), fracturas, obesidad o toma de anticonceptivos. Los síntomas más frecuentes son: disnea (sensación de falta de aliento/dificultad al respirar), dolor torácico (causado por la inflamación), síncope (pérdida transitoria de la conciencia) o hipotensión sin causa aparente.

Según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el año 2010 se diagnosticaron en España 22.250 casos de TEP por lo que presenta una baja incidencia, mientras que la tasa de mortalidad fue de 8,9%.

Referencias:

Uresandi F, Monreal M, García-Bragado F, Domenech P, Lecumberri R, Escribano P, et al. Consenso nacional sobre el diagnóstico, estratificación de riesgo y tratamiento de los pacientes con tromboembolia pulmonar. Arch Bronconeumol. 2013;49(12):534-47.